domingo, 18 de noviembre de 2007

EGIPTO, EL VIAJE ETERNO PARTE 2. LUXOR Por Nano.





FOTO 1
Uno de los colosos de Memnon, el izquierdo. En realidad representan al rey Amenhotep III y guardan la entrada de lo que era su templo funerario, en las antiguas crecidas el Nilo llegaba con sus aguas a la altura de lo que fue un impresionante templo que hoy en día se esta excavando. Las estatuas miden 18 metros de altura.
Son famosos desde la antigüedad, ya que la estatua de la derecha cantaba.
Al parecer un terremoto resquebrajo la estatua y le provoco fisuras donde el aire penetraba produciendo un peculiar sonido parecido a un gemido.
Los griegos oyeron este fenómeno y pensaron que la estatua era del guerrero Memnon, muerto por Aquiles y que al amanecer gemía saludando a su madre por el horizonte.
La leyenda se expandió y muchos viajeros de la antigüedad peregrinaron hasta los colosos para oírlos cantar, algunos como Septimio Severo y su mujer dejaron sus impresiones en el zócalo del coloso: …Aquí estuvo Septimio Severo y los colosos no cantaron.
Los colosos dejaron de llorar a principios del siglo III de nuestra era cuando fueron restaurados, ahora vuelven a recordarnos la imagen de aquel gran faraón que fue Amenhotep III, que ya hablaba de la adoración única de un Dios Aton, estas creencias las llevaría hasta el extremo su hijo: Ajenaton el hereje.
FOTO 2
El poblado de artesanos de Deir- el- Medina.
Fundado por la dinastía XVIII, este poblado que ha sobrevivido prácticamente intacto tiene más de 3500 años.
Aquí vivían los pintores, escultores y arquitectos que construyeron las tumbas reales en el valle de los reyes. Burla o no de la historia, los restos que nos dejaron estos artesanos quedaron mejor conservados que las violadas tumbas de los reyes a quienes sirvieron. Junto al poblado se pueden visitar algunas tumbas de los altos funcionarios de Deir- el- Medina, estas pequeñas tumbas son autenticas obras de arte, de una belleza extraordinaria, no es de extrañar pues tienen la factura de las grandes tumbas reales.
En las cercanías se levanta un templo ptolemaico y junto a el todavía se puede ver un enorme foso que servia de basurero, hoy lleno de restos cerámicos.
FOTO 3
Medinet Habu el templo de un millón de años de Ramses III.
Erigido para la gloria de este faraón de la XX dinastía, este templo situado en la gran necrópolis Tebana se construyo sobre algunos santuarios del imperio nuevo.
En el hay curiosidades muy importantes, como una lista de los famosos pueblos del mar.
Ramses III comenzó a construir este templo (necesario para su inmortalidad) durante los cinco primeros años de su reinado y no estuvo terminado cuando le sobrevino la muerte. Siguió el esquema de un templo de millón de años muy cercano el Ramesseum, el templo funerario de Ramses II el grande, por el que sentía una profunda admiración.
FOTO 4
Plano general de la necrópolis más famosa del mundo, el valle de los Reyes. Fundado por la XVIII dinastía.
En el hay más de sesenta enterramientos, casi todos de la realeza egipcia, el más famoso de todos el de Tutankamon (símbolo vivo de Amon).
También existe el valle de las reinas, a poca distancia del famoso valle esconde enterramientos de las mujeres reales, la tumba más famosa la de Nefertari esposa de Ramses II. Y también al Oeste del valle de los reyes, encontramos el valle del Oeste o valle de los monos (el nombre le viene por el descubrimiento que hizo Belzoni, encontró la tumba de Ay, sucesor de Tutankamon y esta estaba decorada con monos babuinos, al parecer esta tumba se construía para el joven faraón no para el anciano Ay, cuando le sobrevino la muerte tan inesperadamente se le tuvo que enterrar en la tumba que descubrió Howard Carter en 1922).

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